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Líneas de investigación recientes que buscan encontrar una etiología bacteriana de la demencia de Alzheimer apuntan a la importancia de una buena higiene bucal, tanto para las personas con la enfermedad como para las que no la padecen.
Hoy vamos a comentar dos líneas de investigación relacionadas con los factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer y que ha ido creciendo mucho últimamente. Ambos están relacionados con la presencia o ausencia de ciertas bacterias en el tracto digestivo.
La primera línea de investigación aborda la microbiota intestinal y su relación con diversas enfermedades cardiovasculares, autoinmunes, inflamatorias y demencia de Alzheimer.
Se denomina microbiota intestinal a los microorganismos que habitualmente viven en nuestro tracto digestivo y que nos asisten en diversas funciones fisiológicas como estimular el sistema inmunológico, regular la absorción de nutrientes, participar en la producción de vitaminas y enzimas, como la vitamina K, entre otras. .Funciones.
La Dra. Rosana Farah Toimil, nutricionista, comenta que desde hace tiempo se conoce la importancia de la microbiota intestinal relacionada con la aparición y mantenimiento de enfermedades del tracto digestivo. Destaca el papel de estos microorganismos en el mantenimiento de la integridad de la mucosa de los órganos que componen el tracto digestivo y ayudando a controlar la proliferación de bacterias patógenas, es decir, consideradas capaces de generar enfermedades.
La nutricionista destaca que nuestra microbiota contiene más de 100 especies diferentes de bacterias conocidas, acumulando millones de genes y que su perfil se define en torno a los 2 años de edad. La madre es la principal fuente de microorganismos en los niños, de ahí la importancia del parto normal, ya que esto permite que el bebé tenga contacto con las bacterias maternas. Los bebés que nacen por cesárea tardan mucho más en establecer sus defensas y su microbiota.
Los investigadores que asocian cambios en la microbiota intestinal con demencias estudiaron inicialmente a 128 pacientes ambulatorios en una clínica de memoria, con una edad promedio de 74 años, aproximadamente. De estas personas encuestadas, la mayoría tenía el sexo femenino como biológico.
Además de los datos demográficos, los investigadores aplicaron pruebas de función cognitiva, resonancias magnéticas y comprobaron su capacidad funcional, además de tomar muestras de heces para comprobar la microbiota. Los participantes se dividieron en dos grupos: con y sin demencia.
Los investigadores notaron cambios importantes en la microbiota intestinal en personas con demencia, con una disminución en un grupo de bacterias beneficiosas y un aumento en otras bacterias. También se demostró que estos últimos están fuertemente asociados con los biomarcadores tradicionales de la demencia, como el alelo APOE4 y otras pruebas específicas para la enfermedad de Alzheimer.
Sin embargo, el estudio tuvo varias limitaciones, desde el tipo de diseño de la investigación hasta un posible sesgo de selección, pero aun así, esta parece ser una línea de investigación prometedora, dicen los investigadores. El estudio confirma otros, en los que la administración de determinados microorganismos como suplementos parece mejorar el déficit cognitivo.
Pero aún son estudios muy preliminares y no existe evidencia científica sólida que confirme que la administración de suplementos con microorganismos o que la presencia de más o menos bacterias de cierto tipo en el intestino esté efectivamente relacionada con la aparición de la enfermedad de Alzheimer, aunque , como decíamos, estas líneas de investigación van en aumento. Varios otros trabajos, además del que mencionamos, que estudian la relación de la microbiota intestinal con la Enfermedad de Alzheimer fueron presentados en el Congreso Internacional de la Asociación de Alzheimer en 2018.
Algunos otros investigadores señalan que la microbiota intestinal sufre una influencia importante y considerable de los alimentos, y que este puede ser el factor protector de la enfermedad de Alzheimer, especialmente cuando los alimentos se asocian con una menor ingesta de alimentos procesados y grasas saturadas. Cada vez más evidencias demuestran que la alteración del metabolismo de ciertos lípidos puede ser un importante factor preventivo de la enfermedad.
Por tanto, lo que se sabe hasta ahora es que los cambios en la dieta, principalmente con reducción de grasas saturadas, alteran la microbiota intestinal y que genes relacionados con el metabolismo lipídico, como APOE4, también están implicados en la aparición de placas amiloides. De ahí la importancia de realizar más investigaciones que consideren estos temas.
Aún sobre la relación del tracto digestivo y la enfermedad de Alzheimer, otra investigación muestra que las bacterias que causan la periodontitis (inflación gingival) parecen tener un papel importante en la enfermedad de Alzheimer.
La infección oral por Porphyromonas gingivalis, principal agente etiológico de la periodontitis crónica en la enfermedad de Alzheimer, se asocia a un aumento de la producción de placas amiloides y una disminución de la proteína tau, esta última asociada a la protección neuronal. Esta disminución de proteínas está relacionada con una enzima secretada por esta bacteria: la gingipaína. Esta proteína secretada por esta bacteria se encontró en grandes cantidades en el cerebro de personas con enfermedad de Alzheimer, en comparación con controles sin demencia.
Como se mencionó, estas son líneas de investigación recientes que buscan encontrar una etiología bacteriana para la demencia. Todavía se necesitan muchos estudios, pero estos estudios demuestran la importancia de una buena higiene bucal, no solo para las personas que no tienen la enfermedad de Alzheimer, sino también en el cuidado de las personas que la padecen.
Fuentes
https://portugues.medscape.com/verartigo/6503245?src=soc_fb_190306_mscpmrk_ptpost_neuro_microbiomademencia&faf=1
https://portugues.medscape.com/verartigo/6503227?src=soc_fb_190224_mscpmrk_ptpost_neuro_gengivitealzheimer&faf=1
https://saude.abril.com.br/blog/alimente-se-com-ciencia/microbiota-intestinal-cada-vez-mais-importante/
