Saltar al contenido

Memoria: ¡somos lo que recordamos!

Memoria: ¡somos lo que recordamos!

Tiempo de lectura: 2 minutos

Escuchando: “Tengo 82 años, soy ingeniero civil jubilado, muchas veces me olvido de los artículos que me pide mi esposa hacer en el supermercado, a veces me pierdo en la calle, olvido los nombres de las personas y estoy muy nerviosa! !! «

El envejecimiento se acompaña de un deterioro de las habilidades cognitivas y la memoria es una de las áreas en las que los cambios subjetivos y las quejas son más frecuentes entre los ancianos. Se debe investigar la atención a las personas con problemas de memoria, para comprobar si la dificultad se limita a la memoria o si progresará a una condición de demencia.

Hay varios tipos de memoria: de corta duración o reciente, que dura horas; memoria de trabajo o funcional, utilizada para comprender la realidad que nos rodea y que puede formar o evocar otras formas de memoria; de larga duración o remota, que dura días, meses y años.

Cabe agregar que toda memoria se adquiere en un determinado estado emocional, es decir, se registra mejor y hay menos tendencia a olvidar recuerdos de alto contenido emocional (Izquierdo, 2007).

La percepción del anciano en relación a sus dificultades de memoria es también otro factor importante en su desempeño y cada anciano tiene su propio y particular funcionamiento. «Somos lo que pensamos, amamos, cumplimos y recordamos» (Bobbio, 1997).

El modelo teórico definido por selección, optimización y compensación representa que las personas mayores tienden a seleccionar tareas en las que se desempeñan bien, excluyendo aquellas que tienen dificultades. Optimizan el mantenimiento de las habilidades que aún se conservan, compensando las comprometidas (Baltes y Smith, 2006).

En mi práctica en el cuidado individual en el consultorio y grupal en una institución, enfatizo la importancia de la acogida afectiva, acompañada de pensamientos positivos que fomenten la serenidad, la confianza personal y la memorización subjetiva en diferentes momentos existenciales, muchas veces utilizando la teoría de Selección, Optimización Compensación (Baltes y Baltes, 1990).

La vida moderna está llena de cambios y nuevas exigencias que pueden afectar la memoria y la autoconfianza de los mayores y por qué no los más jóvenes; así, en un ambiente acogedor, con contenido emocional positivo, nos sentimos bien y grabamos mejor y no olvidamos.

En este sentido, debemos trabajar con la prevención, orientando a las personas de cualquier edad, y especialmente a los mayores, de la importancia del equilibrio emocional y su influencia en la memorización.

Referencias

BALTES, PB & BALTES, MM (Eds.) (1990). Envejecimiento exitoso: perspectivas desde las ciencias del comportamiento. Nueva York: Cambridge University Press.

BALTES PB; SMITH J. (2006) Nuevas fronteras para el futuro del envejecimiento: la vejez exitosa de los jóvenes mayores a los dilemas de la Cuarta Edad. La tercera edad; 7 (36): 7-31.

BOBBIO, N. (1997). El tiempo de la memoria – de la vejez y otros escritos autobiográficos. Río de Janeiro: Campus.

Izquierdo, I. (2007). El arte de olvidar. Rio de Janeiro; Vieira y Cuaresma.